Uno de los aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de realizar un proceso de maquillado es que no todas las personas poseen el mismo tipo de piel. Podemos encontrar diferentes características que variarán de una persona a otra, como pueden ser el color, el tono, la mayor o menor presencia de grasa, pigmentaciones como lunares o pecas, imperfecciones como pueden ser pequeñas cicatrices, acné, arrugas...
Teniendo en cuenta todos estos aspectos y la cantidad de combinaciones posibles, va a resultar muy difícil encontrar dos tipos de piel idénticos, aunque sí que se pueden englobar en grandes grupos, por ejemplo, el de las pieles grasas o secas, o el de las pieles claras u oscuras.
El tipo de piel sobre el que se vaya a trabajar va a ser determinante para elegir un determinado tipo de producto, ya que existe una amplia variedad adaptada para cada tipo de trabajo. Uno de los primeros productos en los que se debe hacer una elección adecuada es en la base de maquillaje, de la cual existen diferentes tipos.
¿Qué es la base de maquillaje y qué funciones realiza?
La base de maquillaje es uno de los primeros productos que se aplica sobre la piel del rostro cuando vamos a comenzar un proceso de maquillado. Como su nombre indica, se trata de la base sobre la cual se va a realizar todo el proceso el posterior, por lo que una buena elección en este punto del trabajo supondrá un resultado final igual al esperado o planificado.
La principal función de este producto es la de permitir disimular, minimizar o cubrir las imperfecciones que presente la piel de la persona sobre la cual se vaya a trabajar y unificar o igualar todo el rostro, de manera que este, una vez finalizado el proceso, presentará un aspecto ideal. Además de cubrir las imperfecciones, permite también realzar las cualidades que presente la piel en cuestión.
Una vez aplicada permitirá aplicar sobre ella los polvos de maquillaje quedando estos fijados completamente.
Una de las principales cualidades que se esperan de cualquier base maquillaje (y más, en el ámbito del maquillaje profesional), es la de realizar su función sin que se note su presencia, es decir, que aporte un aspecto totalmente fino y natural a la piel tanto en aquellas zonas que presenten las imperfecciones como en las que no.
Su aplicación permite dotar de mayor iluminación a zonas del rostro que se muestran ensombrecidas o apagadas, como puede ser el caso de las ojeras fruto del cansancio acumulado. También es posible corregir los tonos amarillentos o grisáceos de la piel, algo que puede deberse a la propia naturaleza de la persona o, por ejemplo, debido a diversos tipos de iluminación que hacen que el aspecto del rostro presente este tipo de tonalidades nada favorecedoras.
En la composición de las bases de maquillaje se incluyen, además de los componentes que le confieren la textura y consistencia, productos y sustancias hidratantes, protectoras y reafirmantes para la piel. De esta manera se consigue mejorar no solo el aspecto de la piel, sino que también se favorece su buen estado de salud físico. Algunos ejemplos de estos componentes son los extractos de pepino, ortiga, la camomila, el rusco o el regaliz, cada uno de ellos con diferentes propiedades para la piel.
En la actualidad, las bases de maquillaje son utilizadas en todos los ámbitos imaginables, pero hasta principios de los años 80 este producto era único y exclusivo del mundo del maquillaje profesional, especialmente en el campo de las representaciones teatrales y otros espectáculos.
Las bases de maquillaje son un producto que se aplica, normalmente, en pequeñas cantidades y en aquellas zonas donde se desea conseguir un determinado efecto, como iluminación en la zona alrededor de los ojos o la boca, en sitios donde se desea corregir alguna imperfección como granos, cicatrices... o bien se puede aplicar a todo el rostro cuando este tenga una piel en mal estado.
Tipos de bases de maquillaje que podemos encontrar
El mercado actual nos permite acceder a una amplia gama de productos de bases de maquillaje ideados para ser utilizados sobre diferentes tipos de piel en función de las características que esta presente.
Saber identificar que tipo de piel se debe maquillar y, con ello, elegir el producto adecuado para trabajar sobre ella es uno de los pasos que deberá realizar a diario cualquier maquillador o maquilladora profesional.
Una primera distinción que debe realizar en cuanto al tipo de piel sobre la cual se va a trabajar es si se trata de una piel grasa, seca o mixtas. Además, incluso en un mismo rostro podemos encontrar zonas grasas y zonas neutras. Esto es algo habitual, por ejemplo, en la zona de la nariz y en la frente (la conocida zona T), las cuales acostumbran a ser más grasas que el resto del rostro.
Bases líquidas
Las bases de maquillaje líquidas son una de las más comunes y habituales, especialmente en el ámbito doméstico y particular, además de ser también de las más fáciles de utilizar junto a las bases en polvo. Prácticamente todas las marcas de cosméticos que tenemos a nuestra disposición cuentan, entre su catálogo, con una o varias bases líquidas de maquillaje.
Dentro de este catálogo que presentan los fabricantes de cosméticos podremos encontrar bases líquidas de maquillaje orientadas a los diferentes tipos de piel en función de si son más o menos grasas.
Para trabajar sobre pieles grasas se debe evitar utilizar bases de maquillaje líquidas de base aceite, ya que este tipo de productos favorecerá que la piel genere más grasa obteniendo un aspecto brillante y artificial. Las bases de maquillaje líquidas orientadas a las pieles grasas presentan el inconveniente de que tras su aplicación se secan bastante más rápido que otros productos de la gama, por lo que esta característica de debe tener en cuenta a la hora de aplicar posteriormente otros productos.
Las características que presentan las bases líquidas para pieles grasas pueden resultar útiles para trabajar sobre pieles mixtas en las que no se desee la aparición de brillos de ningún tipo. En estos casos (y siempre hablando de pieles mixtas), lo mejor es aplicar previamente una crema hidratante para luego, una vez absorbida, comenzar a aplicar la base de maquillaje.
En el caso de pieles secas se podrá utilizar sin ningún problema las bases líquidas con base aceite, ya que además de hidratar proporcionarán un aspecto ligeramente brillante, pero sin excesos.
Como inconveniente particular de las bases de maquillaje líquidas se presenta el hecho de que su fecha de caducidad no suele ser excesivamente prolongada, por lo que deberemos utilizar la totalidad del producto antes de que esta expire ya que a partir de dicha fecha las propiedades que presente el producto irán desapareciendo.
Bases en crema
Las bases de maquillaje en crema no son un elemento tan común y habitual en los catálogos de los principales fabricantes de cosméticos como lo eran las bases líquidas, y su utilización es bastante más restringida también que la de estas últimas.
Dentro de este tipo de bases vamos a encontrar dos productos diferenciados; por un lado, las bases de tipo crema propiamente dichas y, por otro, las bases tipo mousse, y ambas se encuentran formadas por emulsiones de agua en aceite.
Uno de los aspectos más importantes que se deben conocer a la hora de optar por este producto es que las bases de maquillaje en crema no son adecuadas para las pieles grasas o mixtas, ya que al aplicarlas sobre ellas desaparecen de manera muy rápida.
Sin embargo, sí que resultan adecuadas para ser aplicadas sobre pieles secas ya que consiguen hidratarlas y que estas recuperen el brillo y la firmeza consiguiendo mejorar el resultado final tras todo el proceso de maquillado.
¿Qué inconveniente (o no) particular presentan este tipo de bases? Que debido a su textura el efecto final que se obtiene es algo parecido a contar con una piel de porcelana, efecto que se puede buscar en determinadas ocasiones (y de ahí que no se considere un inconveniente) o por el contrario se busque otro tipo de efecto y, por lo tanto, debamos elegir otro tipo de base.
Como distinción entre una base en crema y una base en mousse, las primeras resultan más adecuadas para las pieles maduras o maquillajes enfocados a un ámbito nocturno; mientras que las de tipo mousse serán más adecuadas para pieles jóvenes o con muy pocas imperfecciones, sin embargo, su presencia en el mercado es bastante reducida.
Bases en polvo
Tratamos ahora el que posiblemente sea el tipo de base de maquillaje más utilizada, especialmente a nivel particular y fuera de ámbito profesional del maquillaje. Cualquier fabricante cuenta en su catálogo con una amplia variedad de productos dentro de esta categoría, la cual se divide, a su vez, en otros subproductos que son las bases de maquillaje de polvo comprimido y las bases de maquillaje de polvo mineral.
Bases de polvo comprimido
Las bases de maquillaje de polvo comprimido son aquellas que se presentan en pequeño formato, muy comprimido (como su nombre indica) y que vienen acompañadas de una esponja para su aplicación.
Dentro de las bases de polvo comprimido podremos encontrar diferencias en cuanto a cobertura se refiere, pudiendo optar por bases muy ligeras o por bases que ofrezcan una gran cobertura, pero con un efecto mucho menos fino, aunque en general todo tipo de bases de maquillaje de polvo comprimido se utilizan sobre pieles en muy buen estado, con pocas imperfecciones y defectos.
El resultado es un tono uniforme en todas aquellas zonas en las cuales han sido aplicadas y también son de las más fáciles de utilizar.
Bases de polvo mineral
Las bases de maquillaje de polvo mineral son aquellas que, obviamente, se presentan en un formato de polvo, y su aplicación se realiza mediante la ayuda de una brocha.
Este tipo de bases en polvo son los más adecuados para las pieles grasas y con pocos defectos e imperfecciones gracias a que debido a sus propiedades permiten controlar la producción sebácea de la piel obteniendo un tono natural y sin brillos en determinadas zonas.
Cuando se desee aplicarlas sobre pieles mixtas o secas se deberá tener muy en cuenta el hecho de que antes de nada se deberá hidratar correctamente la piel antes de utilizar a base; de lo contrario podrá producirse una sequedad excesiva, lo que dará lugar al agrietamiento.
Las bases de maquillaje en polvo en general son las que menor dificultad presentan a la hora de aplicarlas y trabajar con ellas, por lo que resultan ideales para comenzar a practicar con ellas sobre personas con diferentes tipos de piel.
Bases en barra
Este tipo de bases son las que van a resultar más complicadas de encontrar. Son pocos los fabricantes de cosméticos que cuentan entre su gama de productos con este tipo de bases y se ámbito de aplicación está muy relacionado con el mundo de las artes escénicas, como el cine y el teatro. De hecho, su origen está relacionado con este ámbito profesional.
Se trata de un producto de pequeño tamaño, manejable, muy ligero una vez aplicado pero que a su vez ofrece una muy buena cobertura.
Se puede aplicar directamente utilizándola sobre el rostro, o se puede aplicar con los dedos, algo más recomendable ya que debido a su suave textura se maneja y extiende muy bien y ello permite controlar mucho mejor la cantidad aplicada en cada zona.
En general resultan válidas para cualquier tipo de piel, ya sean secas, mixtas o grasas; aunque en estas últimas sus propiedades no resultan tan buenas como en las secas y mixtas ya que se pueden difuminar con mucha facilidad. En este caso resultará muy recomendable sellarlas después con polvo.
Las bases en barra requieren de cierta experiencia o conocimientos para su aplicación, de ahí que queden tan limitadas al ámbito profesional del maquillado.
Bases BB Cream
Las bases de maquillaje BB Cream son un producto relativamente novedoso que poco a poco se ha ido afianzando en el mercado de los cosméticos. En la actualidad prácticamente cualquier fabricante de cosméticos cuenta en su catálogo con este tipo de bases ya que todos, poco a poco, las han ido incluyendo debido a la gran demanda que han presentado.
Este tipo de bases permiten cubrir imperfecciones a la vez que unifican el tono de piel del rostro, protegen de los efectos de los rayos ultravioleta del sol, hidratan, y ayudan a prevenir la aparición de arrugas; todos esto cada vez que son aplicadas. Nos encontramos, por lo tanto, ante un producto muy completo y revolucionario que no solo permite maquillar a una persona, sino que, además, como hemos posiso comprobar, protege y cuida su piel, y este es el motivo de su elevada demanda.
Por lo general, las BB Cream son aptas para cualquier tipo de piel, pero se pueden encontrar productos enfocados y particularizados a cada uno, generalmente distinguiendo entre bases para pieles grasas y mixtas por un lado, y bases para pieles secas por otro.
Bases correctoras coloreadas
Las bases correctoras coloreadas son aquellas que ofrecen tonos de color con los cuales se desea obtener un efecto concreto y, para ello, también se considerar el tono de piel sobre la cual se va a trabajar y el entorno en el cual se va a mover la persona a la cual se ha sometido al proceso de maquillado, ya que no se va a obtener el mismo efecto si esta persona se va a encontrar en un ambiente nocturno, bajo la luz artificial de un foco, bajo la luz del sol...
En el mercado se pueden encontrar diferentes tonos y colores; como el blanco, que ofrece homogeneidad y un efecto de suavidad; los rosas, que aportan juventud e iluminación; verdes, muy adecuados para pieles enrojecidas o cubrir marcas y cicatrices; azules, muy apropiados para ambientes nocturnos o pieles oscuras...
La clave reside en elegir una tonalidad que combine con el color de la piel sobre la que se va a trabajar y, sobre todo, aplicar el producto con una iluminación similar a la que posteriormente se va a mover esta persona.
Una vez se haya escogido la base adecuada y se haya aplicado, solo quedará utilizar sobre ella los polvos de maquillaje, los cuales, gracias a la base, se mantendrán en su sitio durante mucho más tiempo.