Los ojos son, posiblemente, el elemento del rostro que mayor expresividad muestran en una persona. Es por ello que, a la hora de realizar un trabajo de maquillaje, van a necesitar una atención especial.
Tal es la importancia de los ojos que se puede realizar la prueba de terminar un trabajo de maquillaje sin haber incluido los ojos, y realizar el mismo trabajo incluyendo los ojos. El resultado, evidentemente, va a diferir en gran medida.
Como elemento importante que son dentro del mundo del maquillaje, van a necesitar una serie de productos específicos para ellos, y como normalmente ocurre, dentro de cada uno de estos productos vamos a poder elegir entre diferentes opciones que nos ofrecerán un resultado distinto y más adecuado para cada estilo de maquillado o tipo de piel.
Uno de estos productos es el delineador, con el cual se realiza la famosa raya del ojo, y que pese a lo pequeña que resulta su zona de acción, puede conseguir ofrecer una imagen espectacular al trabajo realizado.
¿Qué es un delineador de ojos?
Se trata de un cosmético empleador para marcar el contorno de los ojos y, gracias a ello, aumentar su expresividad, crear una sensación de agrandamiento de los mismos, y servir como elemento de decoración en conjunto con el resto de productos aplicados durante un trabajo de maquillado.
Existen diferentes tipos de delineadores de ojos, pero la mayoría de todos ellos coinciden en una cosa (además de la función que cumplen), y es en su forma, ya que normalmente siempre presentan el aspecto de un lápiz o rotulador, lo cual resulta ideal para perfilar el contorno de los ojos.
Un poco de historia sobre este producto
El hecho de maquillarse es una acción que siempre ha estado presente a lo largo de la historia con muy diversos fines, además de el de resaltar la belleza de la persona que se ha maquillado, especialmente si es mujer, y cuyo uso es el más extendido en la actualidad.
Una de las culturas en las que el uso de delineadores estaba muy presente era la egipcia, cuyos motivos, además de estéticos, se creen que eran también medicinales ya que diversos estudios han concluido que, en esa época, los delineadores contenían sales de plomo que se utilizaban para proteger los ojos de diferentes enfermedades e infecciones.
Acertados o no en su teoría, lo cierto es que los egipcios han sido fuente de inspiración de muchos usos del delineador en la actualidad debido a la representatividad de este cosmético en la apariencia de, especialmente, los faraones y faraonas. Tal es así, que en 1922 se descubrió la tumba del faraón Tutankamón, y la imagen del mismo representada en su sarcófago supuso un cambio de estilo en el maquillado de la época, generalizando el uso del delineador de ojos.
A lo largo de la historia se encuentran también pueblos como los persas, y otras culturas de Oriente Medio y Asia que se han caracterizado por el uso de este cosmético.
Fue ya, a partir de 1960, cuando comenzaron a aparecer en el mercado diferentes tipos de delineadores, como el líquido y, con ello, las diferentes modas en cuanto a estilos de maquillado y uso de este cosmético en la sociedad.
¿Qué tipos de delineadores existen?
Va a resultar muy importante conocer los diferentes tipos de delineadores que existen actualmente en el mercado para poder escoger el más adecuado para el tipo de trabajo de que se va a realizar. Esta variedad es bastante amplia.
Delineadores de lápiz
El nombre de este tipo de delineador nos indica todo ya que, evidentemente, se trata de un lápiz de aspecto prácticamente idéntico a los empleados para escribir o dibujar. Son el tipo de delineador más habitual, y posiblemente los más fáciles de utilizar. Además del formato tradicional de madera, también es posible encontrar lápices de plástico, e incluso perfiladores similares a los lápices automáticos de mina (los que se debe presionar un botón para sacar la mina conforme esta se va gastando).
Debido a esta variedad existente en este tipo de delineadores, lo conveniente es probar los diferentes modelos hasta dar con el adecuado.
A la hora de aplicarlos resultan suaves y marcan la línea de manera muy clara, además de permitir su eliminación de manera muy sencilla utilizando únicamente desmaquillante; pero algo que se debe tener en cuenta es que a este tipo de delineadores hay que sacarles punta como si de un lápiz de escritura se tratase, por lo que antes de aplicarlo en el párpado se deberá redondear la punta para evitar que esta sea muy afilada y dañe la piel de esta zona tan sensible. Una vez aplicado, su durabilidad es muy buena.
Un dato que conviene saber es que determinadas marcas utilizan una composición muy aceitosa o grasosa en las minas de estos perfiladores, algo que no suele resultar conveniente aplicar en pieles grasas.
Los delineadores de lápiz tienen una vida de uso bastante prolongada, llegando a durar más de un año.
Delineadores líquidos
Este tipo de delineadores han sufrido un aumento de su popularidad en los últimos años. Dentro de esta categoría podemos encontrar dos tipos diferentes de delineadores líquidos: por una parte, los que tienen una forma similar a la de un rotulador con una afilada punta formada por una pequeña brocha; y por otra, los que tienen forma de pincel, el cual viene dentro de un pequeño frasco que contiene el producto en sí, de forma que se asemeja a un pintauñas, pero con una forma más alargada.
A diferencia de los delineadores en lápiz, los líquidos requieren de bastante experiencia a la hora de trazar las líneas, y también de buen pulso (especialmente los que tienen formato de pincel). ¿El motivo? Que una vez aplicados resulta extremadamente difícil su eliminación, algo que supone una ventaja: su excelente durabilidad; y una desventaja: esta misma difícil eliminación.
Otro inconveniente que presentan es que, debido a ciertos compuestos empleados en su fabricación, pueden resultar demasiado agresivos para aquellas mujeres que tienen los ojos muy sensibles.
Este tipo de delineadores ofrecen un acabado muy intenso y marcado que no se puede conseguir con ningún otro tipo de delineador, pero se debe tener en cuenta que una vez aplicados tardarán unos segundos en secarse. Además, determinadas marcas de cosméticos cuentan entre su oferta con delineadores líquidos a prueba de agua, los cuales resistirán cualquier imprevisto que pueda darse. La intensidad de acabo que ofrece el delineador líquido permite trazar formar y crear estilos muy particulares y originales, especialmente en el párpado superior.
Un consejo para aquellas personas sin experiencia con este tipo de productos es el de, a la hora de trazar la línea, realizar primeramente una serie de puntos por donde va a transcurrir esta línea, para unirlos posteriormente; es decir, se trata de crear una guía que nos de seguridad a la hora de trazar la línea definitiva. También se debe evitar trazar la línea en una sola pasada, ya que con ello se aumenta el riesgo de fallar y tener que invertir cierto tiempo en retirar el producto utilizado para volver a empezar de nuevo
Por lo general, este tipo de delineadores suelen durar entre 6 y 8 meses.
Delineadores en gel
Los delineadores en gel tienen un formato de pequeño frasco, acompañados por una brocha que se debe emplear para su aplicación. En cuanto a utilización, resultan algo parecidos a los delineadores líquidos de pincel, pero van a tener pequeñas diferencias.
Este producto es más sencillo de utilizar que el delineador líquido, pero no tan sencillo como resulta utilizar un delineador de lápiz. Lo cierto es que requieren de buen pulso y de algo de experiencia para su aplicación, pero en caso de error su eliminación resulta mucho más sencilla que en el caso de los líquidos, pero ojo: esto será así siempre y cuando el producto no se haya secado, lo que quiere decir que en caso de error hay que retirarlo de manera inmediata.
Existen diferentes tipos de brocha para la aplicación de este producto, algo que supondrá diferentes acabados o efectos, como una línea más fina o más gruesa. Conocer qué tipo de brocha contiene el producto que vamos a adquirir va a ser un punto importante.
A la hora de aplicarlo, basta con coger solo un poco de producto sin ser necesario sumergir completamente la brocha en él. El párpado superior será el primero sobre el que se aplicará el delineador. Una vez colocado se puede volver a repasar la línea para aumentar su intensidad.
También puede resultar conveniente aplicar, antes de nada, una pre-base de maquillaje sobre los párpados para así mejorar la fijación de delineador.
Debido al formato que presenta este producto, resulta frecuente que el tarro que lo contiene permanezca abierto durante el tiempo que se está realizando la aplicación. Este hecho se debe evitar ya que el producto poco a poco se irá secando y perdiendo propiedades hasta llegar a ser inutilizable.
En cuanto a la durabilidad de este tipo de delineadores, suele ser de alrededor de un año, pero requieren del lavado y cuidado de las brochas.
Delineadores de polvo compacto
Este formato es mucho menos frecuente de los que se han explicado hasta ahora. Consisten, básicamente, en polvo compactado en una pequeña superficie, y que requieren de un pequeño pincel para su aplicación además de humedad; es decir, se trata de un producto similar a una acuarela que requiere de agua.
Cuanta menos humedad tenga en producto (dentro de unos valores mínimos), más intenso será el resultado tras su aplicación, mientras que con grandes cantidades de humedad el resultado quedará más diluido. Por lo general, se trata de un producto algo difícil de utilizar.
Es posible que con el paso del tiempo, el producto que va quedando en el recipiente se agriete y quede en pequeños trocitos. Para solucionar esto bastará con añadir un poco de agua y juntar dichos trocitos para que queden pegados unos a otros.
Su vida útil es mucho más prolongada que la del resto de delineadores, llegando a superar incluso los dos años.
Delineadores Kohl
Los delineadores Kohl son un tipo de delineador de lápiz, pero que presentan la particularidad de contar con una mina cuya composición incluye algún elemento especial. Este elemento es, como su nombre indica, el kohl.
¿Y qué es el kohl? El kohl sea, posiblemente, el perfilador de ojos utilizado desde una época más antigua. Al principio de este artículo hacíamos referencia a que en la cultura egipcia y determinadas culturas árabes se utilizaba un elemento cosmético en los ojos que se utilizaba, además de para cambiar la apariencia de la persona, para proteger sus ojos. Pues bien, el kohl (nombre que le dieron posteriormente los árabes) era uno de estos cosméticos utilizados entonces.
En la actualidad el kohl se trata de carbón vegetal junto a otros elementos naturales, que se presenta en forma de lápiz. El acabado que ofrece es muy intenso y característico, además de ser muy sencillo de utilizar pero que cuenta con un inconveniente, y es que mancha mucho, por lo que se debe utilizar con cuidado, especialmente si la ropa que hay cerca es "fácil de manchar".
Debido a la tendencia que presenta este producto a manchar, resulta más práctico aplicarlo antes del maquillaje, para así poder corregir cualquier mancha que se produzca en la cara debido a su uso sin tener que retirar el maquillaje y volver a empezar.
Se trata de un elemento antiséptico, hipoalergénico, y ayuda a prevenir las infecciones oculares e irritaciones.
Además de presentarse en formato lápiz, es posible encontrar kohl en polvo, el cual se aplica con un palito hecho de bambú o cristal; y en grasa, el cual ofrece un acabado final mucho más intenso que el resto. Este delineador tiene forma de barra y presenta la ventaja de que el polvo no se esparcirá produciendo manchas imprevistas.
Otros aspectos a tener en cuenta a la hora de escoger un delineador
Hemos podido comprobar que la variedad de delineadores es bastante amplia en cuanto a tipos se refiere, pero la cosa no acaba aquí. Dentro de cada tipo podemos elegir diferentes colores, siendo los más habituales:
- Negro: agranda y redondea el ojo.
- Tono café: suaviza la imagen del ojo y otorga un punto de elegancia.
- Blanco: en la zona inferior combinado con negro en la superior ayuda a agrandar aún más el ojo.
- Gris: Ofrece un acabado final suave, además de aumentar la luminosidad.
- Tonos azules y verdes: Adecuados cuando combinen con el vestuario, el ambiente... y la moda actual.
¿Y a la hora de utilizarlo?
Sin duda, el mayor problema que existe a la hora de utilizar este cosmético es el hecho de no contar con un buen pulso. Para mejorar en este aspecto de puede seguir el siguiente método:
- En primer lugar, sentarse. Imprescindible que sea un lugar bien ventilado y con suficiente iluminación.
- En segundo lugar, el codo debe estar apoyado sobre una superficie plana y estable para poder eliminar los movimientos involuntarios que pueda realizar la mano.
- A la hora de aplicar el delineador, el dedo meñique debe estar apoyado sobre la mejilla, algo que permitirá eliminar el temblor de la mano.
- También se deberá contener la respiración durante ese instante.