La utilidad de fabricar un molde positivo en escayola del rostro

La utilidad de fabricar un molde positivo en escayola del rostro

La caracterización de una persona es un proceso que puede contar con toda la dificultad que queramos, ya que puede consistir en utilizar únicamente vestidos y un ligero maquillaje, o bien alcanzar un nivel de efecto visual muy cercano al que se requiere en cualquier película que requiera un mínimo de calidad.

Uno de los puntos del cuerpo que mayor protagonismo suele acaparar en cualquier caracterización es el rostro, ya que es seña de identidad de una persona, personaje, animal, y de prácticamente cualquier ser vivo sea cual sea su lugar de procedencia, desde Marte hasta la galaxia más lejana que podamos imaginar.

Sobre el rostro se pueden realizar multitud de acciones y técnicas diferentes para lograr alcanzar esa apariencia buscada en la caracterización que se llevará a cabo; desde el simple maquillaje antes mencionado, pasando por pinturas más vistosas y consistentes, hasta llegar a la utilización de determinados elementos como pequeñas prótesis o látex para poder simular diferentes efectos.

Sin embargo, existen ocasiones en las cuales no resulta rentable ni eficiente realizar el trabajo directamente sobre el rostro, siendo mucho más recomendable realizar una máscara adaptada totalmente a ese rostro de la persona que va a recibir el trabajo de caracterización, es decir, una máscara únicamente válida para esa persona, adaptada totalmente a la fisionomía de su rostro.

Para realizar dicha máscara se puede trabajar directamente sobre ese rostro de la persona si el material empleado lo permite, o bien se puede realizar sobre un molde que sea exactamente igual, o al menos un 99% similar al rostro de esa persona, y esto es lo que se conoce con el nombre de molde positivo del rostro.

¿Por qué hacer un molde positivo de un rostro?

¿Por qué hacer un molde positivo de un rostro?

Realizar el molde positivo del rostro de una persona es una tarea que requiere cierta habilidad y tiempo; algo que nos puede llevar a pensar que para qué queremos hacer doble faena, si podemos trabajar directamente sobre la cara de la persona a caracterizar.

Pueden ser varios los motivos que nos lleven a decantarnos por realizar este tipo de moldes, por ejemplo:

  • Querer realizar una máscara para nosotros mismos ya que, como podremos imaginar, trabajar frente a un espejo, con la cara cubierta y, posiblemente, con la visión obstruida por lo materiales empleados no debe ser muy cómodo.
  • Tener que realizar diferentes máscaras para una misma persona en un corto período de tiempo. El hecho de trabajar sobre el rostro de una persona requiere, evidentemente, que dicha persona esté presente en ese momento. En el caso de que se deban realizar diferentes máscaras en una sola jornada puede resultar agotador para esa persona, ya que deberá permanecer quieta mientras los caracterizadores trabajan, deberá aguantar picores, calor o frío... algo que no ocurrirá si se cuenta con el molde positivo, ya que la persona solo deberá estar presente para realizar el mismo.
  • Relacionado con el punto anterior, podemos deducir que para realizar cualquier máscara no es necesario que esté presente la persona a caracterizar, ya que, gracias a este molde, el caracterizador o caracterizadora profesional podrá trabajar por su cuenta sin depender de la disponibilidad del cliente.

¿Cuándo va a resultar necesario fabricar un molde del rostro?

Una vez expuestos los puntos anteriores, podemos deducir que va a surgir la necesidad de fabricar un molde positivo del rostro de una persona cuando se deban realizar diferentes trabajos de caracterización sobre la misma; o algo más lógico todavía, que es cuando se desee obtener un molde de la cara de esa persona para cualquier propósito artístico, como bien puede ser formar parte de un decorado, tenerlo por gusto propio, o realizar cualquier trabajo de otra índole sobre él.

Realmente, el hecho de aprender a realizar un molde positivo de una cara va a ser una herramienta muy útil que va a solucionar la papeleta, en algún momento de su carrera, de cualquier caracterizador profesional.

El proceso de fabricación de un molde positivo del rostro

El proceso de fabricación de un molde positivo del rostro

A la hora de realizar un molde positivo, se puede optar por emplear diferentes materiales que se adaptan muy bien a la forma de la cara sobre la que se va a trabajar; pero cuando se trata de obtener la mayor fidelidad posible, y cuando hablamos de la mayor fidelidad nos estamos refiriendo a que el resultado obtenido sea muy cercano al 100 % de lo que es la cara reproducida de la persona, se debe optar por unos materiales determinados y concretos.

Otro aspecto que se debe considerar, y que resulta tan importante como el anterior, es que se debe tener en cuenta que sobre ese molde obtenido, y fiel a la realidad reproducida, se va a tener que trabajar y, por ende, manipularlo y aplicar diferentes productos sobre el mismo, algo que obliga a que los materiales empleados sean capaces de soportar este proceso durante varias sesiones si así se requiere.

Por lo tanto, y debido a estos motivos, los principales materiales empleados en el ámbito de la caracterización profesional quedan reducidos a dos: la escayola y el alginato.

Algunos aspectos acerca de estos materiales

Algunos aspectos acerca de estos materiales

Antes de nada, resulta conveniente hablar un poco acerca de estos materiales. El primero de ellos, la escayola, es un material que todos conoceremos, especialmente si alguna vez lo hemos tenido que sufrir debido a alguna fractura ósea o problema similar.

La escayola es un material obtenido a partir del yeso natural, el cual es molido hasta obtener un polvo de grano finísimo y que cuenta con una pureza superior al 90%, algo que le confiere la propiedad de adaptarse perfectamente a cualquier superficie sin llegar a pegarse a la misma cuando este polvo es mezclado con agua.

Por otro lado, el alginato, es otro producto que también conoceremos si hemos acudido alguna vez al dentista y ha surgido la necesidad de tener que realizar un molde nuestra dentadura. Este producto forma parte de la pared celular de determinadas algas marinas, y se utiliza en muy distintos ámbitos; como por ejemplo en alimentación, como reconstructor permitiendo la unión de trozos de alimentos que, de otra forma, no sería posible comercializar por separado; también es el relleno de las aceitunas rellenas de anchoa; en diferentes industrias se utiliza como espesante de cremas, líquidos... y el ya citado uso en odontología, donde con este producto se forma una pasta de alginato y sales de calcio, y sirve para crear el molde negativo que a algunos que se encuentren leyendo este artículo le habrán colocado en alguna ocasión, para, posteriormente, rellenar ese molde negativo de escayola una vez se ha solidificado. De la misma forma que ocurre con la escayola, el alginato también debe ser mezclado con agua para poder formar la pasta y poder adaptarse a la superficie sobre la que se aplica.

Ambos productos son fáciles de adquirir, especialmente si se busca algún proveedor en internet, ya que el alginato únicamente se suele vender en centros de abastecimiento para dentistas; no son dañinos para la piel, y tampoco resultan para nada caros; por lo que son la opción más económica y sencilla para realizar este tipo de trabajos.

¿Cómo fabricar un molde positivo del rostro?

¿Cómo fabricar un molde positivo del rostro?

Una vez que ya se conocen los diferentes materiales a emplear, es el momento de entrar en materia y explicar los pasos a seguir para poder realizar un molde lo más fiel posible a la realidad.

Materiales a emplear:

  • Escayola
  • Alginato
  • Vendas de escayola
  • Agua

Punto 1: Preparar a la persona de la cual se va a realizar el molde

Cualquier trabajo de caracterización requiere tiempo y paciencia por parte de la persona caracterizada, y si este trabajo tiene como protagonista a la cara, pues todavía más. Se debe tener en cuenta que la persona va a estar un rato con la cara totalmente cubierta, con los ojos cerrados y sin poder hablar ni hacer movimientos bruscos.

En el caso de llevar el pelo largo, este deberá quedar recogido y fuera del rostro, sin que exista la posibilidad de que en algún momento pueda caer sobre el material utilizado.

La piel del rostro debe estar limpia, por lo que se deberá utilizar algún producto cosmético que la deje libre de grasa y otros elementos que puedan contaminar o afectar al producto que entre en contacto con ella.

Se debe contar también con que la nariz, evidentemente, también debe ser cubierta para que pueda reproducirse su forma, por lo que existen dos opciones para que la persona pueda respirar, una, tener cuidado de no aplicar producto sobre los agujeros de la nariz, y otra mucho más cómoda y segura es colocar un par de tubos en las fosas nasales para poder trabajar con mayor seguridad.

Punto 2: Preparación del molde negativo

Punto 2: Preparación del molde negativo

El molde negativo es aquel que va a reproducir la forma del rostro “desde dentro”, es decir, vamos a conseguir un hueco con la forma exacta de ese rostro, y para ello el producto que se deberá emplear es el alginato.

Existen diferentes tipos de alginato, algunos de ellos con aditivos cuya finalidad es mejorar la adaptación a la superficie a moldear. No olvidemos que este es un producto específico del mundo de la odontología y, por lo tanto, se requiere una buena calidad del producto para realizar los posteriores trabajos relacionados con ortodoncias, implantes, etc., siendo trabajos considerablemente caros.

Además de los aditivos para mejorar su moldeabilidad, otra característica relevante de este producto es el tiempo de fraguado que presenta, o lo que es lo mismo, el tiempo que tarda en endurecer una vez ha sido mezclado con agua y convertido en gel. Esta característica va a ser importante porque va a determinar el tiempo de trabajo del cual se dispone para manipular y colocar el material en el rostro de la persona a caracterizar.

Por lo general, lo tiempos medios que se manejan son los siguientes:

  • Tiempo de mezcla: 45 segundos.
  • Tiempo de trabajo: alrededor de 2 minutos.
  • Tiempo de fraguado: entre 2 y 4 minutos, dependiendo del tipo de alginato.

Como dato, si se emplea agua fría, se alarga el tiempo de trabajo de este material. También se debe tener en cuenta aplicar el alginato de una vez en todo el rostro, evitando cubrir una cantidad, gastar el alginato empleado, volver a realizar una nueva pasta y continuar aplicando material sobre alginato ya endurecido en el rostro, ya que no se produce una buena unión entre el alginato fraguado y el alginato fresco; por lo tanto, lo adecuado es cubrir el rostro en una única tanda.

El alginato habrá fraguado cuando al presionarlo con un dedo, este no deje marcada la huella. También existen alginatos que varían su color en las diferentes fases, siendo rosados cuando están en la fase gel, y blancos cuando han terminado de fraguar.

Como consejo, se puede poner un poco de vaselina en las cejas para evitar que el alginato se pegue a ellas y pueda ocasionar algún que otro problema al retirarlo.

Punto 3: preparación para la retirada del molde negativo

Una vez que el alginato ha fraguado no se puede retirar sin más, ya que resulta extremadamente frágil y terminaría por despedazarse en numerosos trozos. Para evitar esto hay que proporcionarle un sustento, y para ello se suelen emplear vendas médicas de escayola, (vendas impregnadas de escayola) las cuales podremos adquirir en cualquier farmacia.

Estas vendas se deberán humedecer e ir extendiendo en trozos sobre toda la superficie del rostro, procurando colocarlas en todas las direcciones posibles para formar un entrelazado mucho más resistente, y también procurando que queden bien adheridas al alginato.

El tiempo de secado de este producto es bastante mayor que el del alginato, por lo que tendremos que esperar un rato más hasta poder estar seguros de que está listo para ser retirado. Además, conforme va secando, va limitando el movimiento de la persona que está siendo objeto del trabajo, algo que se deberá tener en cuenta a la hora de buscar una posición cómoda para ella.

Punto 4: Retirada del molde negativo

Punto 4: Retirada del molde negativo

Llega el momento de retirar el molde confeccionado con alginato y las vendas de escayola. Se debe tener la precaución de no dañarlo, y de no hacer daño a la persona que lo lleva colocado en la cara, por lo que una de las mejores opciones es que ella misma se vaya retirando la mayor parte del molde.

Una vez retirado, tendremos el molde negativo que emplearemos para confeccionar el molde positivo.

Punto 5: Creación del molde positivo

Punto 5: Creación del molde positivo

La creación del molde positivo consiste básicamente en rellenar el molde negativo con escayola y dejarlo secar hasta que fragüe.

Este molde negativo a emplear solo va a poder ser utilizado una vez, por lo que deberemos procurar hacerlo bien, o de lo contrario nos veremos obligados a repetir de nuevo el proceso con todo lo que ello conlleva, especialmente para la persona que debe soportar los materiales en la cara...

Si recordamos bien, a la hora de realizar el molde negativo se habían dejado dos agujeros en la nariz para permitir la respiración; estos agujeros deberán ser tapados para así evitar que la escayola se pierda por ellos, y para ello se puede emplear plastilina o cera.

La escayola se puede adquirir en cualquier establecimiento de bricolaje, y tampoco es un material caro. Basta con rellenar el molde con la mezcla de agua y escayola (que resulte espesa), y esperar hasta que haya endurecido bastante para retirarlo y obtener una reproducción casi exacta del rostro de la persona sobre la que trabajar.

Es posible que haya podido quedar alguna pequeña imperfección, pero a tratarse de escayola se podrá corregir de forma muy sencilla.

El proceso de creación de un molde positivo puede parecer largo y tedioso, pero es algo que con un mínimo de práctica va a ahorrar mucho tiempo y trabajo a la hora de caracterizar a una misma persona; o bien puede resultar de gran utilidad para la creación de decorados. Es más, si queremos confeccionar máscaras con un elevado grado de detalle, podemos modificar ese molde añadiéndole todo aquello que queramos reproducir en la máscara, desde una nariz enorme hasta las formas más difíciles de crear, y si queremos ir un poco más allá, esta técnica también nos permite crear moldes de partes del cuerpo como las manos o los pies.


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Formación reconocida

AEPMC - Asociación Española de Profesionales en Maquillaje y Caracterización