Los pequeños detalles son aquellos que convierten un buen trabajo en un excelente trabajo. Esto es algo que se puede aplicar en un gran número de situaciones y que no se debe dejar pasar por alto.
Cuando se realiza un trabajo de maquillaje se van a emplear multitud de productos cosméticos, los cuales van a ser aplicados en diferentes elementos del rostro, tanto en aquellos de mayor tamaño, como la propia piel o los labios; y también en aquellos de pequeño tamaño que muchas veces pasan desapercibidos, pero que pueden cobrar mayor protagonismo con muy poco esfuerzo.
Las pestañas son uno de estos elementos, los cuales parece que no vayan a tener representación alguna o importancia en el rostro de una mujer una vez maquillada, pero que su correcto tratamiento puede favorecer en gran medida el resultado final del trabajo de maquillado.
A la hora de tratar las pestañas se va a tener que emplear un producto específico llamado máscara de pestañas, del cual conviene conocer una serie de aspectos y características para hacer un buen uso de él y saber elegir aquel producto más conveniente que se ajuste al resultado final esperado.
¿Qué es la máscara de pestañas?
La máscara de pestañas, llamada rímel comúnmente en muchas ocasiones debido a la famosa marca que ha terminado dando nombre al producto, como sucede con determinada marca de refrescos de cola o de yogures, es un cosmético que consiste en un pequeño frasco con forma alargada, el cual contiene un pequeño cepillo con el cual se aplica el producto sobre las pestañas a modo de peine.
¿Qué función pretende cumplir este producto? Cambiar el aspecto de las pestañas haciendo que sean más gruesas, más rizadas, con mayor longitud, que se vean más separadas, que aumente su densidad, cambiar su color... Como se puede apreciar, no son pocas las funciones que va a poder realizar este pequeño cosmético en una zona del rostro tan importante como son los ojos, ya que son estos los que transmiten la expresividad de una persona, y también es el lugar que más se mira cuando se mantiene una conversación con alguien.
Como es habitual, a la hora de adquirir una máscara de pestañas vamos a poder elegir entre un amplio abanico de posibilidades de productos con diferentes características. Una de ellas, por ejemplo, va a ser el tipo de cepillo que contiene y que será adecuado para realizar un determinado efecto, y otra será la composición del propio producto, el cual habrá sido ideado para cumplir una serie de funciones.
Además, pese a ser un producto que se aplica sobre una zona muy pequeña del rostro, nunca está de más conocer una serie de pequeños consejos para mejorar el efecto producido sobre las pestañas tras su aplicación.
¿Qué tipos de pestañas existen, y que efectos se deben buscar en cada una de ellas?
De la misma forma que existe muchísimos tipos de cabello, como los lisos, ondulados, rizados, rubios, morenos, con volumen, grasos, secos... existe también una variedad en lo que a tipos de pestañas se refiere, aunque es cierto que, en este caso, esta variedad no va a ser tan grande como ocurre con el cabello.
Por lo tanto, se deben tener claros dos conceptos a la hora de aplicar una máscara de pestañas, y van a ser, por una parte, el tipo de pestañas que se va a tratar, y por otra, el efecto que se les quiere otorgar.
En unas pestañas cortas se deberá emplear una máscara que las alargue y que les de volumen. Se debe tener en cuenta que utilizar una máscara que únicamente de volumen en unas pestañas cortas solo contribuirá a hacer que estas parezcan aún más cortas de lo que son.
En unas pestañas largas, pero finas, lo primordial va a ser proporcionarles volumen.
En pestañas que se pueden considerar normales o estándar, el abanico de posibilidades es mayor. Se puede buscar la ganancia de volumen únicamente, combinarla con un alargamiento, y curvarlas para ganar aún más en la expresividad de los ojos.
¿Qué tipos de máscara de pestañas existen en el mercado?
Como bien hemos apuntado antes, a la hora de escoger una máscara de pestañas vamos a poder optar entre diferentes tipos de cepillos, o entre diferentes tipos de producto. Nos vamos a centrar, en primer lugar, en los diferentes cepillos que existen y en cuales son los efectos que se pueden lograr con ellos.
Tipos de cepillos
Cepillo grueso: Se trata de uno de los cepillos más habituales a la hora de escoger una máscara de pestañas. Como su nombre indica, se trata de un cepillo cilíndrico en el que destaca su grosor. Con este elemento se podrá aumentar de manera notable el volumen de las pestañas; aunque se debe tener cuidado en el caso de mujeres con las pestañas muy cortas ya que con su utilización no se conseguirá aumentar la longitud y, por lo tanto, el resultado final puede no ser el esperado.
Cepillo curvado: En este caso nos encontramos con un cepillo cilíndrico, no muy grueso, y que presenta una evidente curvatura de forma que el aspecto de una letra C muy abierta. ¿Qué efecto va a producir este tipo de cepillo? Exactamente el mismo que nos indica su forma, pronunciar aún más la curvatura natural de las pestañas de forma que consigue rizarlas, elevar sus extremos, y con ello conseguir también una mirada mucho más expresiva. Se trata del cepillo ideal para todas aquellas mujeres cuyas pestañas no tienen una curvatura suficiente en su estado habitual.
Cepillo fino con cerdas de silicona: Se trata de un tipo de cepillo bastante especial, fino, y cuyo cuerpo y cerdas están fabricadas en silicona, por lo que tienen un tacto algo gomoso. El efecto que se puede conseguir con este tipo de cepillo es doble, ya que permiten alargar las pestañas, y también separarlas. El efecto final es similar a como si se hubieran peinado las pestañas desde su base hasta las puntas, mejorando enormemente su aspecto.
Cepillo redondo: Los cepillos redondos tiene forma de una pequeña bolita, del tamaño casi de un guisante, rodeada de pequeñas púas o cerdas. El efecto que son capaces de producir es de alargar las pestañas; pero presentan el pequeño inconveniente de que requieren algo de práctica y destreza, ya que debido a la escasa longitud que tiene, habrá que realizar varias pasadas para abarcar toda la pestaña, por lo que poco a poco habrá que ir acostumbrándose a él hasta alcanzar el resultado perfecto.
Cepillo cónico: El cepillo cónico presenta una base ancha, que se va estrechando conforme vamos llegando a su extremo superior. Tienen la longitud habitual de la mayoría de los cepillos empleados en este tipo de productos, y el efecto que producen es muy similar al comentado en el cepillo de cerdas de silicona: alargar y separar las pestañas, convirtiéndolas en las protagonistas de la mirada.
Cepillo con fibras en espiral: Este tipo de cepillos cuentan con unos cuantos años a sus espaldas, ya que fue una de las primeras variantes que empezó a utilizar fuera de los cepillos convencionales. Se trata de un cepillo cilíndrico cuyas púas o cerdas están dispuestas siguiendo una espiral. Gracias a ello permite separar y curvar las pestañas ligeramente.
Cepillo de efecto ala: Es uno de los productos más nuevos dentro del mercado de las máscaras de pestañas. Tienen una forma bastante peculiar, ya que las púas están situadas en uno sólo de sus lados, perdiendo longitud conforme vamos desde la base hasta la punta. Gracias a este tipo de cepillos se puede ganar volumen en las pestañas desde la raíz hasta las puntas, además de aumentar su densidad.
Tipos de máscara de pestaña
Una vez conocidos los diferentes cepillos disponibles en el mercado, es el turno de conocer las diferentes opciones entre las que se puede elegir una máscara teniendo en cuenta las características del producto que aplicamos sobre las pestañas.
Una de las primeras distinciones que se puede hacer es la de máscaras resistentes al agua, y máscaras no resistentes al agua. Las máscaras resistentes al agua resultan adecuadas para aquellas mujeres que tienden a sudar en verano, que tienen la piel grasa, o cuyos ojos lagrimean con facilidad por motivos alérgicos o del propio ambiente en el que se encuentra.
Si se utiliza este tipo de máscara, se debe procurar retirarla completamente al llegar la noche ya que resultan más agresivas para el pelo de las pestañas que aquellas que no son resistentes al agua.
Otra distinción que se puede realizar puede ser acerca del color que aplican sobre las pestañas. Por lo general, el color más utilizado es el negro, pero existen en el mercado diferentes tonalidades que ofrecerás distintos efectos sobre los ojos.
El color de la máscara de pestañas vendrá marcado por el color de los ojos, el color de las propias pestañas, y el estilo de maquillaje que se desea aplicar.
El color negro es aquel que va a combinar con cualquier estilo y color de ojos. Ofrece una mirada más intensa y es aplicable tanto para maquillajes de día como nocturnos.
El tono café o marrón oscuro se puede aplicar sobre pestañas claras o rubias, ya que el resultado final es muy natural.
Los tonos azules y verdes, en general combinan mejor en los ojos oscuros, y están más enfocados al maquillaje de mujeres jóvenes.
Las máscaras transparentes ofrecen un acabado muy natural y discreto, adecuado para todas aquellas mujeres a las que no les convence el efecto creado por el resto de máscaras disponibles. También resultan muy adecuadas para aquellas mujeres que tienen a rascarse los ojos con frecuencia, ya que en caso de que se retire el producto, este no machará la piel.
Algunos consejos más para la aplicación de la máscara de pestañas
Ahora que ya hemos podido conocer las diferentes opciones disponibles a la hora de elegir una máscara de pestañas, puede resultar de mucha utilidad recibir unos cuantos y sencillos consejos que nos pueden ayudar a que la aplicación de este cosmético sea lo más perfecta posible.
Antes hemos hablado sobre un tipo de cepillo que permite curvar las pestañas, pero en determinados trabajos este cepillo puede no ofrecernos el resultado que esperamos. Por ello, se hace necesario el uso de una herramienta: el rizador o encrespador de pestañas.
Lo primero que se debe conocer si se desea emplear esta herramienta es que siempre se deberá utilizar antes de aplicar la máscara de pestañas, y nunca después. Para conseguir el mejor resultado, se deberán realizar tres toques con el encrespador, uno en la base de la pestaña cerca de la raíz, otro en la zona media, y el último cerca de las puntas. Con esta forma de trabajar se consigue que la pestaña adquiera una curvatura uniforme sin ángulos extraños o muy marcados.
Cuando se va a proceder a aplicar la máscara en las pestañas superiores, una buena forma de hacerlo es empezar desde la raíz y, a medida que el cepillo va ascendiendo hacia las puntas, realizar un movimiento en zigzag. Gracias a ello se conseguirá separar las pestañas y que estas no queden pegadas unas a otras, algo que les daría un efecto nada deseable.
En el caso que las pestañas se hayan quedado pegadas unas a otras una vez aplicada la máscara, estas se podrán separar utilizando un cepillo limpio (sin producto o con muy poco producto, pero ya seco), y de igual forma al empleado momentos antes en la aplicación del producto. Es por esto mismo que puede resultar de mucha utilidad guardar un par de cepillos o tres, de diferentes formas, cuando el producto ya se ha terminado.
Las mujeres con los ojos pequeños que quieran conseguir un mayor y mejor efecto tras la aplicación de la máscara de pestañas, deberán aplicar este producto tanto en las pestañas superiores como en las inferiores. Gracias a ello los ojos tendrán más protagonismo en el rostro.
La máscara de pestañas, como hemos podido ver, se encuentra en un pequeño botecito y se aplica con un cepillo que se introduce en él y queda impregnado del mismo. Durante la aplicación de este producto va a haber que introducir el cepillo en el bote unas cuantas veces, y la forma adecuada de hacerlo es, una vez metido el cepillo completamente, girarlo unas cuantas vueltas y luego sacarlo para aplicar el producto. Con esto se logra que el producto no se seque tan rápido una vez se encuentra fuera del frasco.
Por último, es posible que a la hora de adquirir una máscara de pestañas no recordemos exactamente que función y efecto realiza cada tipo de cepillo, por ello lo mejor es memorizar sus funciones y formas más simples de una manera algo más genérica:
- Los cepillos muy finos sirven para alargar las pestañas.
- Los cepillos gruesos sirven para otorgar volumen.
- Los cepillos curvados sirven para curvar o rizar las pestañas.
- Los cepillos con pocas púas sirven para separar las pestañas.
Ahora que ya conocemos toda esta información acerca de las máscaras de pestañas, podremos hacer un mejor uso de las mismas ya que, pese a tratarse de un producto de aplicación en una zona muy pequeña, es capaz de mejorar enormemente cualquier trabajo de maquillado.