Microbioma de la piel. Definición e importancia en el maquillaje

Microbioma de la piel

El microbioma de la piel es un concepto poco conocido a nivel general en la sociedad, pero que cuenta con una gran importancia dentro del ámbito del maquillaje profesional.

Si queremos conseguir una piel luminosa y radiante a cualquier edad y en cualquier situación, una de las cosas más importantes que deberemos tener en cuenta es cuidar el microbioma de la piel.

En este artículo vamos a ver qué es el microbioma de la piel, y que aspectos relacionados con el mismo debemos tener en cuenta para poder lucir un aspecto radiante en todo momento.

¿Qué es el microbioma de la piel?

El microbioma de la piel es un pequeño ecosistema de microorganismos, como bacterias y hongos, que se encargan del correcto funcionamiento de la barrera protectora de la piel.

Entre sus funciones se encuentran las de inhibir la proliferación de agentes patógenos en la piel, y también regular nuestro sistema inmunológico.

Cada persona, con el paso del tiempo y la exposición a nuevos entornos, cuenta con un microbioma de la piel completamente único.

Nuestro microbioma viene definido en gran medida por el estilo de vida que llevamos, lo que incluye los hábitos de alimentación, si somos fumadores, los niveles hormonales...

El entorno en el que vivimos también tiene influencia en el microbioma, ya que va a variar entre alguien que vive en una ciudad grande, y alguien que vive en un pequeño pueblo sin apenas contaminación.

Por último, se ha comprobado que el microbioma cutáneo se ve afectado incluso por los cambios estacionales y la exposición a los rayos ultravioleta del sol.

Importancia del microbioma de la piel

Importancia del microbioma de la piel

Como hemos visto, el microbioma de la piel forma un conjunto de bacterias que permiten contar a nuestra piel con un estado de salud adecuado, además de impedir que proliferen en ella elementos patógenos y perjudiciales.

Podemos decir que el microbioma de la piel es el equivalente a la flora intestinal, o microbiota, de nuestros intestinos, la cual se encarga de que podamos digerir los alimentos y aprovechar sus nutrientes, además de ejercer un papel inmunológico.

Y en esta función es donde reside la importancia del microbioma cutáneo, ya que un mal estado del mismo está asociado a la aparición de problemas y enfermedades en la piel.

Por lo tanto, va a ser de vital importancia preocuparse por el buen estado de nuestro microbioma, y una de las acciones que deberemos llevar a cabo es la de emplear siempre cosméticos de calidad y compatibles con nuestra piel.

Entre los problemas que pueden aparecer en la piel a causa de un mal estado del microbioma nos encontramos con:

  • Enfermedades inflamatorias como la dermatitis atópica.
  • La psoriasis.
  • Infecciones por hongos.
  • Acné.

Las bacterias del microbioma de la piel

Ahora que ya sabemos que el microbioma de la piel está formado por una serie de bacterias y hongos, podemos deducir que no todas las bacterias y no todos los hongos van a ser malos o perjudiciales.

Como dato, menos de 100 de los billones de especies bacterianas que existen son un peligro para nosotros, y al menos 1000 especies de ellas viven en nuestra piel, siendo esenciales.

El descubrimiento de que en nuestro organismo se encuentra tal cantidad de elementos formando este microecosistema, ha supuesto una revolución a la hora de confeccionar productos cosméticos adaptados a cuidar estas bacterias.

Cuando estos microorganismos que forman el microbioma están en perfecto equilibrio en nuestra piel contaremos con las siguientes ventajas:

  • La piel estará protegida al liberar antioxidantes, lo que supone el contar con un frente protector contra patógenos y agresiones externas.
  • La piel estará más calmada y con menor facilidad para irritarse e inflamarse.
  • También estará reparada, recuperándose antes de cualquier agresión y siendo mucho más resistente.

Cómo cuidar el microbioma de la piel

Cómo cuidar el microbioma de la piel

Cuidar el microbioma de la piel va a consistir en una serie de acciones que se deberán mantener a lo largo de toda nuestra vida, como ocurre con lo relacionado con la higiene dental, del cabello o de las uñas.

Veamos cuáles son estas acciones que nos van a permitir proteger y cuidar nuestro microbioma.

Seguir una dieta equilibrada y beber líquidos en cantidad suficiente van a favorecer el buen estado de salud y la belleza de la piel desde el interior.

Las dietas muy ricas en grasas saturadas y azúcares van a generar una mayor cantidad de radicales libres, los cuales van a alterar el microbioma cutáneo.

Deberemos evitar el estrés, los ambientes muy contaminados y los estilos de vida nocivos, como fumar o el exceso de alcohol, lo cual va a contribuir a mantener la salud del microbioma de la piel.

Se sabe, por los resultados de algunos estudios llevados a cabo, que la contaminación y el estrés van a generar un efecto similar al de seguir dietas inadecuadas.

Además, la contaminación ambiental puede provocar cambios en la composición de los microorganismos y bacterias de la microbiota de la piel, haciendo que su envejecimiento se acelere.

Deberemos usar jabones dermatológicamnete aptos para la piel, lo cual también es beneficioso para el mantenimiento del microbioma cutáneo.

Usar jabones y limpiadores adecuados mantiene el equilibrio natural del pH de la piel y favorece el entorno óptimo para mantener la salud de las bacterias y hongos naturalmente presentes en ella.

Una buena idea es optar por un gel de ducha que cuente con tensioactivos suaves y con pH equilibrado para proteger las defensas naturales de nuestra piel y mantener su estado frente a agresiones externas.

Relacionado con esto, se deberá evitar un uso excesivo de limpiadores, aunque estos sean adecuados, ya que su exceso de uso puede llegar a afectar las condiciones de equilibrio de la piel.

Evidentemente, y muy importante, va a ser la necesidad de emplear productos de maquillaje de calidad y confeccionados bajo unos estándares que aseguren que no son dañinos para nuestra piel.

Se deberá evitar el uso de colonias y perfumes con un elevado contenido de alcohol. Es decir, deberemos evitar aplicar estos productos en zonas de la piel sensibles.

Los medicamentos antibióticos se encargan de eliminar las bacterias perjudiciales que causan una enfermedad concreta; sin embargo, también van a afectar a las bacterias protectoras de la micobiota.

Es por este motivo que, tras haber tomado antibióticos, va a ser necesario preocuparse por restaurar el buen estado de la microbiota.

Microbioma de cada persona

El microbioma de la piel se alimenta de sal, agua y grasa que la piel genera para mantenerse firme y lubricada.

Cada persona va a contar con una composición específica de su flora bacteriana de la piel, y además, va a variar en las diferentes partes del cuerpo.

Son varios los factores que van a marcar el hábitat de varios tipos de microbioma, entre los que encontramos:

  • La temperatura del cuerpo.
  • El grosor de la piel.
  • La cantidad, forma y tamaño de los pliegues cutáneos.
  • El pH de la piel.
  • La densidad de folículos pilosos y las glándulas sebáceas.

Esto quiere decir que el microbioma de zonas donde encontramos una densidad más elevada de glándulas sebáceas, como la cara, la espalda y el pecho, se alimenta mayormente de las grasas que abundan en estas zonas.

Microbioma de la piel y productos de higiene

Microbioma de la piel y productos de higiene

El microbioma de la piel se puede ver afectado por el uso de determinados productos de higiene facial y cutánea que usamos a diario, como jabones, geles o limpiadores.

Estos productos de higiene suelen contar en su composición con tensioactivos, moléculas orgánicas cuya función es modificar las fuerzas de superficie o atracción que se dan entre moléculas de un líquido en la superficie de contacto con un sólido.

Estos tensioactivos son componentes que ayudan a eliminar o disolver sustancias insolubles en agua, como los aceites, grasas y otros tipos de suciedad.

A nivel de higiene personal, se trata de los elementos que confieren las propiedades limpiadoras a los jabones que empleamos, y vamos a encontrar diferentes tipos.

Los tensioactivos agresivos alteran el equilibrio entre la piel y el microbioma de diferentes formas.

  • Por un lado, pueden alterar de forma de las bacterias que ya se encuentran en la piel.
  • Por otro, la piel se vuelve más seca y su barrera protectora se ve alterada.

Esto se va a suponer que la capa protectora no se pueda mantener en el estado adecuado, llegando a producir un cambio en el microbioma, lo que podría suponer cambios en el tipo y la composición de los microorganismos que lo forman.

Debido a ello, los elementos patógenos pueden entrar en la piel más fácilmente, aumentando su sensibilidad y la probabilidad de crear los problemas antes mencionados.

Esto hace necesario proteger la piel limpiándola con productos que contengan tensioactivos suaves, además de otros activos regeneradores y aceites para mantener la piel hidratada.

el valor del pH de la piel es de 5, siendo también el valor de pH óptimo para el microbioma cutáneo.

Cosméticos con elementos de protección del microbioma

Cosméticos con elementos de protección del microbioma

Cada día contamos con más cosméticos en el mercado gracias a las marcas que investigan todo lo relacionado con el microbioma y cómo cuidarlo para que nuestra piel goce de un estado de salud adecuado.

Como ya hemos visto, podemos encontrar productos de limpieza de la piel con un pH5, que es el pH óptimo para una higiene adecuada con tensioactivos suaves que cuidan la piel sin dañarla ni alterar el microbioma.

Se trata de un punto importante, ya que deberemos evitar geles agresivos para la piel que puedan aumentar su vulnerabilidad.

Problemas relacionados con el microbioma cutáneo

En aquellos casos en los cuales el microbioma de la piel se haya visto afectado de manera grave, y la situación se mantenga en el tiempo, va a poder darse el caso de que aparezcan algunos problemas cutáneos.

Por ejemplo:

  • Aparición de acné a causa de una proliferación de la bacteria Acnes.
  • Rosácea, una enfermedad en la cual los capilares de la piel se dilatan muy fácilmente ante estímulos muy débiles, como el agua caliente o las comidas picantes, teniendo como consecuencia un enrojecimiento y una irritación de la piel. Aunque no está clara su causa, todo apunta a que se debe a la proliferación de una bacteria llamada demodex folliculorum.
  • Dermatitis atópica, que se trata de un problema relacionado con infecciones de la piel, y que está provocada por la presencia de bacterias, hongos como la cándida, u otros virus.
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